Esta
es mi historia


Mi nombre es Ana María Dreyer Vásquez. Aquí estoy… Este es mi camino: mi historia de vida…
Nací en Bogotá, Colombia. Crecí toda mi infancia y adolescencia allí. Desde la niñez sentía una gran fascinación por los lugares con mucha naturaleza: buscaba cualquier rincón verde, así fuera el pequeño jardín de la casa de mis padres. Me encantaba estar allí y disfrutaba de mis espacios a solas. Sentía que no encajaba dentro de los ámbitos que me rodeaban, lo que se evidenció más en mi adolescencia. En esa época me gustaba ir a fiestas y compartir, pero pensaba diferente. Sentía otra visión, mirada e intereses que la gente contemporánea a mí. Me encantaban las manualidades como la pintura y el tejido, eran otra forma de expresión para mí.
Desde la adolescencia sentí interés por alguna carrera que tuviera que ver con ayuda o apoyo a los demás (especialmente con niños). Con los niños me conectaba fácilmente y sin esfuerzo. Por todo esto, decidí estudiar psicología. Cuando estaba estudiando en la universidad sentí que algo me faltaba. Esto lo confirmé cuando empecé a trabajar con niñas en un colegio. Entendí que la psicología me planteaba todo desde la mente y yo me conectaba con las personas desde otro lugar. Por esa época me casé y desde que lo hice, sentí que quería ser mamá y prepararme para ello, pero cuando expresaba que me quería preparar para ser mamá me decían que estaba loca, que uno no se preparaba para ello. Sin embargo, hice caso omiso a lo que me decían y seguí mi sentir. Ahí se enfatizó mi camino de búsqueda interior. Fui encontrando diferentes herramientas, personas y experiencias (libros, videos, películas y viajes que me encantan). Empecé a ir donde un bioenergético y me introduje en la meditación. Nunca había meditado y sentí que se abría un nuevo camino para mí. En una de las meditaciones, apareció mi abuelito, que era muy cercano a mí, y me mostró dos niñas jugando en un columpio, una especialmente más detallada (mi hija). Esto fue muy significativo para mí.
Además de empezar a meditar, realicé cursos sobre el manejo de la energía y de yoga. Se abría otro universo para mí. Durante este proceso de revisión interior y conexión conmigo, fui sintiendo que se aproximaba el momento de ser madre y que donde estaba trabajando no me veía llevando ese rol. Yo sentía que la labor en ese lugar se había terminado, pero no tomé la iniciativa, la tomaron por mí: me despidieron sin justa causa y me indemnizaron. Al mes de salir de allí quedé embarazada, así que todo era perfecto como había sucedido. Me podía dedicar a mí y mi hija, podía ser mamá presente como siempre había querido.
Nació mi hija y disfrutamos cada instante juntas. A la vez, seguí con mi búsqueda interior y mi quehacer como psicóloga. Realicé diferentes cursos como Sanación Pránica, Poliedros, Radiestesia, Kriya-yoga, Magnified Healing, Cristales, entre otros y compartí con diferentes personas y grupos. Esto fue abriéndome otro panorama y replanteándome mis creencias, pues crecí en una familia católica practicante y esto tomó otro rumbo en mi vida.
En un comienzo, incorporé las herramientas y técnicas que estaba aprendiendo dentro de mi práctica como psicóloga. Así que mi práctica se había orientado hacia un quehacer más holístico, que se unía más con mi sentir de que la psicología no podía quedarse en la mente. Después de un tiempo comencé a sentir un cambio en cómo acompañaba a los seres que llegaban a mí. Sentí que dejaba las técnicas que había estudiado para conectarme desde mi Alma y permitir que fluyeran los encuentros sin depender de ciertas directrices externas, sino de mi sentir e intuición y los elementos que incorporara tenían un sentido desde allí. Mi conexión se empezaba a dar con más claridad de Alma a Alma: por eso surjo como Psicóloga del Alma. Volví al inicio… a mi Ser, a mi maestra interior, donde puedo encontrar la sabiduría. Dentro de este proceso de reconexión interna ha sido muy significativa la presencia de algunos seres como los maestros ascendidos Kuthumi, Kwan Ying y Saint Germain (Adamus).
Hoy en día vivo en el campo con mi familia, como lo había soñado, con lo que me conecto plenamente. Regresé a la naturaleza de este hermoso planeta y a mi naturaleza interna, dejando que broten las pasiones y el gozo por la vida. Desde lo que soy acompaño a todos los seres (de cualquier edad) que sientan conexión conmigo para reconectarse con ellos mismos, porque es allí donde está la sabiduría (dentro de cada uno). Este acompañamiento lo llevó realizando hace 15 años presencialmente (en Bogotá o en La Calera) o vía virtual.
Aquí estoy…

